¿Qué pasa con la hipoteca en un divorcio?

divorcio hipoteca

Un divorcio nunca es plato de buen gusto. Se trata de una decisión compleja y meditada en la que debemos actuar con cierta mesura, intentando alcanzar, en la medida de lo posible, acuerdos cordiales y definitivos con la otra parte afectada. 

Ocurre que hipoteca y divorcio a menudo van de la mano y, en ese difícil contexto, debemos ser capaces de afrontar nuestras decisiones sabiendo responder a las principales preguntas: ¿Qué sucede si eres titular del préstamo hipotecario pero no de la vivienda?, ¿cómo se puede salir de una hipoteca compartida?, ¿se puede cambiar una hipoteca de dos titulares a uno? En este artículo analizamos las preguntas legales más frecuentes que nos hacen las parejas que desean divorciarse y llegar a un acuerdo rápido sobre la hipoteca. Queremos que conozcas tu situación legal para afrontar el futuro en las mejores condiciones posibles.  

Quién tiene que pagar la hipoteca de la vivienda familiar

En caso de divorcio, la obligación de pagar una hipoteca corresponde a la persona o a las personas que hayan sido designadas titulares de la misma. Es decir, la situación no cambia demasiado con respecto a lo firmado: el crédito hipotecario se va a tener que seguir pagando según las condiciones preestablecidas, a no ser que iniciemos un proceso de novación de la hipoteca o lo cambie todo un juez.  

No siempre una hipoteca va vinculada a la pareja, es decir, a las dos partes a un 50%. A veces, una hipoteca data de una fecha anterior a que la pareja se conociera y, por tanto, sólo consta en los papeles una de la partes; o bien la misma pareja, por voluntad expresa, ha decidido que la hipoteca se pague unilateralmente. Por tanto, sí, se puede dar el caso de que haya uno o dos propietarios y uno solo pague la hipoteca. Pero, claro, lo más común en nuestra sociedad, lo más habitual, es que los prestatarios estén sujetos a un régimen matrimonial de carácter ganancial y que, cada una de las partes, tenga que pagar un 50% de la hipoteca.

El banco no se interesa, pues, por quién se quede la casa o acabe residiendo en ella, sino que sigue el curso del contrato firmado. Es lógico que vele por sus intereses. Por tanto, es recomendable concretar con la entidad bancaria los ajustes necesarios en los pagos en caso de divorcio y de novación de la hipoteca. Cabe reseñar que es perfectamente posible llegar a un pacto en el pago de la hipoteca con el cónyuge, que se tendrá que formalizar en el banco con dicha novación. 

En el escenario de que la vivienda haya sido comprada por un sólo cónyuge pero que hayan compartido la hipoteca, la propiedad la conservará quien la haya comprado, pero la obligación de pagarla cada mes corresponderá a ambas partes. ¿Cómo se puede, entonces, cambiar la titularidad? Ahondamos en ello a continuación. 

Cambiar la titularidad en caso de divorcio

En caso de un divorcio o separación con hipoteca, ¿se puede cambiar la titularidad de la misma? La respuesta es sí, se puede; pero no es un proceso sencillo. Hay que conseguir el visto bueno del prestamista o la entidad bancaria. Tendrás que presentar toda la documentación sobre el divorcio y explicar en qué condiciones queréis modificar la hipoteca, es decir, dirimir las cláusulas de la novación del acuerdo hipotecario. 

Esto supondrá, a buen seguro, unos determinados gastos legales, aunque algunas entidades pueden facilitar los trámites, sobre todo a los clientes habituales y solventes. Lo importante, en cualquier caso, es dejar sellado este acuerdo, si es posible ante notario, para tener constancia y un registro del cambio de titularidad. En cualquiera de los casos, es recomendable contar con el asesoramiento legal de expertos en la materia. Un buen acuerdo puede ahorrarte mucho dinero y muchos quebraderos de cabeza.   

Impago de la hipoteca: consecuencias

El impago de la hipoteca es un momento al que nadie desea llegar, pero que puede suceder si se encadenan varias malas decisiones, si se tiene mala fortuna en las inversiones financieras o si bien, alguna de las partes renuncia a pagar su parte en el futuro. En ese caso, acarrea varias consecuencias algunas de las cuales te enumeramos a continuación:

 

  • El principal contratiempo del impago de una hipoteca es, obviamente, la ejecución hipotecaria. ¿Qué quiere decir esto? Que la entidad bancaria puede reclamar el dinero que se le adeuda mediante una demanda, y cobrárselo, bien con una dación en pago o una novación del contrato, o bien con la adquisición de la vivienda por un 70% del valor de tasación mediante una subasta. En cualquiera de los casos, lo recomendable es llegar a un acuerdo con el banco, ya que si llegan a embargar la casa, al menos se pueda alcanzar un pacto de alquiler social o condonación de la deuda. 
  • Si dejamos de pagar una hipoteca esto quedará reflejado en nuestro historial bancario, lo cual marcará nuestro futuro con las entidades bancarias a la hora de firmar contratos financieros. Dicho en otras palabras, pasaremos a formar parte de una serie de “listas negras” que manejan los bancos para comprobar si somos clientes “de fiar”. 
  • Perderemos cualquier tipo de inversión en forma de mejora o reforma de la vivienda que hemos habitado. Normalmente, al llegar a una casa se realizan una serie de mejoras en la misma para hacerla más confortable y adaptarla al gusto de cada cual; todo ello lo perderemos si dejamos de pagar la hipoteca. Tenlo en cuenta. 
  • Entre los costes asociados a los intereses moratorios, los honorarios de abogados y otros gastos aparejados, el impago de una hipoteca puede acabar saliendo muy caro. En caso de no poder afrontar la hipoteca, lo mejor es llegar a un acuerdo con el banco cuanto antes para saldar la deuda y que esta no se haga una bola de nieve.  


Si quieres evitar el impago de hipoteca, que en la mayoría de los casos viene dado por circunstancias imprevistas o incapacidades varias, lo recomendable es disponer de un seguro de vida hipotecario que nos proteja. En Segurbonus te podemos contar todas las opciones al respecto, y tener la seguridad de que, en caso de fuerza mayor, la deuda bancaria estará cubierta por nuestro seguro.

Nueva hipoteca después de un divorcio

Un divorcio no tiene porqué repercutir en nuestra relación con las entidades bancarias siempre y cuando cumplamos puntualmente con las hipotecas pretéritas y con los acuerdos alcanzados con las mismas.

Hipoteca y separación no equivale a penalización, la separación no es un hecho punible per se. Todo depende de nuestra capacidad de endeudamiento. Hay personas que, por sus ingresos anuales, pueden permitirse hipotecarse más de una vez; será el propio banco el que investigue el historial de su cliente y la capacidad de endeudamiento que puede alcanzar. En Segurbonus te damos una serie de consejos a la hora de afrontar una nueva hipoteca:

  • Siéntate tranquilamente; analiza la situación, examina y evalúa tus ingresos y tu patrimonio y los gastos mensuales que tendrás que afrontar antes de lanzarte a por otra hipoteca. La solvencia debe estar garantizada. 
  • Negocia con el banco con firmeza y en unos parámetros realistas; sé honesto y fija un tope para gastar al mes en tu nueva hipoteca. Lee siempre la letra pequeña de los contratos. 
  • Planifica al detalle todo el trámite legal, incluyendo los costes de asesoramiento y representación legal. Si negociamos con la tarea previa hecha, vamos a sentirnos más seguros cuando tengamos enfrente al representante del banco. 
  • Coteja el mercado y estudia las diferentes ofertas de las entidades bancarias; algunas tienen opciones de segunda hipoteca con condiciones ventajosas.

 

hipoteca y divorcio

Como puedes comprobar, el seguro de vida ligado a la hipoteca puede solucionar situaciones de impago imprevistas o de fuerza mayor. En Segurbonus podemos asesorarte sobre este y otros temas relacionados con tus créditos, tales como la separación con hipoteca e hijos de por medio o los tipos de seguro que existen actualmente. ¿Crees que podemos ayudarte a conseguir las mejores condiciones en tu hipoteca? Contacta con nosotros y explícanos tu caso, te ayudaremos durante todo el proceso. Te esperamos. 

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