Solicitar una hipoteca en una entidad bancaria es una decisión económica que nos va a acompañar buena parte de nuestra vida, no es un asunto baladí. Se trata de un préstamo bancario a largo plazo que suele pedirse para financiar una compra o inversión importante, normalmente una vivienda familiar, un local comercial o algún gran vehículo. En Segurbonus hoy queremos hablar sobre las mejores opciones para firmar una hipoteca y las posibilidades de contratar un seguro hipotecario o un seguro de vida que te proporcione certidumbre y confianza.
Hipotecas qué saber: ¿Yo puedo pedir una?
Pedir una hipoteca no es tarea fácil; los bancos exigen unos requerimientos ciertamente exigentes que, sobre todo, tienen que ver con la estabilidad de los ingresos de cada núcleo familiar, nuestro historial bancario, el tipo de empleo que tengamos (si es fijo o discontinuo), los ahorros en nuestras cuentas bancarias, la edad y las perspectivas de pago. Si cumplimos sus requisitos y tenemos solvencia financiera, podremos pedirla.
Cuánto debes tener ahorrado antes de contratar una hipoteca
Para una hipoteca de una primera vivienda se recomienda disponer de al menos el 20% de la misma como aportación inicial o enganche. Es decir, que si vamos a pedir una hipoteca de 200.000 euros, tendremos que disponer de un fondo de unos 40.000.
También debes tener en cuenta que terminar con una hipoteca definitivamente de manera legal conlleva un proceso administrativo y notarial que puede ascender hasta un 5% de la hipoteca. Así que es recomendable tener ahorrado al menos un 25% del montante total de la hipoteca.
Qué gastos de formalización tiene una hipoteca
Tiene varios; una hipoteca no genera un único gasto, sino que puede asociarse a la misma una serie de gastos que deberías tener en cuenta. Todo los gastos que vengan aparejado a la labor de documentación previa para formalizar la hipoteca, la tasación, los anteriormente mencionados costes de cierre, los intereses de la hipoteca y aquellos seguros que quieras vincular a la misma. Recomendación; haz un desglose de los gastos de la hipoteca y calcula el total de los mismos.
Qué tipo de interés prefieres: ¿fijo o variable?
No hay una ciencia cierta sobre el interés fijo o variable, depende mucho de cada ahorrador, su filosofía financiera y sus condiciones económicas. Normalmente, aquellas personas más conservadoras y cautas optan por una tasa de interés fija, que te permite planificar mejor tus finanzas y sabes exactamente en qué cifras te manejas. Sin embargo, la tasa de interés variable, calculada en función de un índice financiero (normalmente el euríbor), va fluctuando según el mercado financiero y, si tienes un poco de suerte, puedes ahorrar dinero de la cuota y disponer de mayor margen de ganancias. Las pérdidas, en cambio, pueden controlarse con unos “topes”. Es una elección más arriesgada.
En España algo más de un 60% de los prestatarios se decanta por la cuota fija y cerca del 40% por la variable.
Qué sueldo mínimo te exige el banco
Recientemente, el mercado bancario ha ofertado hipotecas especialmente diseñadas para personas mileuristas, aunque estas hipotecas, como es lógico, no son muy cuantiosas (llegan como mucho a 75.000 euros).
El sueldo mínimo aconsejable que estiman los bancos para pedir una hipoteca y asumirla sin problemas se sitúa entre los 1.700 y 1.800 euros. Pero todas estas cifras dependen de la entidad bancaria en cuestión. Lo que es cierto es que sin solvencia laboral y financiera es muy difícil que los bancos concedan una hipoteca.
Qué comisiones tiene una hipoteca
Mucho ojo con la letra pequeña de las hipotecas, pues las comisiones podrían darnos una sorpresa. Analiza siempre todas las cláusulas y requisitos, si es posible, con la ayuda de un asesor financiero. Te desglosamos a continuación las principales comisiones de las hipotecas y cómo funcionan para que puedas estudiarlas con detenimiento.
Comisión de apertura
Se trata de un cobro único que se establece nada más firmar el préstamo y que va destinado a cubrir los procedimientos administrativos, legales, notariales y procesales. Esta comisión se sitúa entre el 0,5% y el 2% de la cantidad prestada por el banco.
Comisiones de amortización anticipada
Esta comisión está marcada por la entidad bancaria cuando el cliente quiere pagar parte del dinero que debe de la hipoteca por adelantado. Es una manera de cubrir lo que el banco tenía estipulado ganar con la hipoteca del cliente. Como dice el refrán popular; “la banca siempre gana”.
Comisión por desistimiento (para hipotecas variables y fijas)
Esta comisión se cobra cuando el prestatario decide suprimir o cancelar su hipoteca con anterioridad a la fecha establecida en el contrato. El prestamista cobra un porcentaje regulado que varía según las circunstancias de la cancelación, de los plazos y del tipo de hipoteca que se ha contratado.
Comisión por riesgo de interés (para hipotecas fijas)
Esta comisión es algo más inusual, pero puede registrarse en los casos de hipotecas fijas. Al igual que la anterior, también va ligada a la cancelación de la hipoteca de forma prematura. Depende mucho de cada banco, del país en cuestión y las leyes que permanezcan vigentes. En cualquier caso, al ser una comisión menos presente, si esta existiera, deberías revisar cuidadosamente y al detalle el contrato, atendiendo a la letra pequeña.
¿Cuáles son los errores más comunes al comprar una vivienda?
Los errores al comprar una vivienda suelen venir relacionados con una falta de previsión y planificación de la hipoteca, y, sobre todo, con la falta de formación financiera.
Muchos hipotecados no saben realmente aquello que firman y acaban sufriendo alguna de las cláusulas de la misma (que en algunos casos pueden ser unas cláusulas abusivas) o bien, no tienen un fondo de emergencia y se quedan sin liquidez para afrontarla.
Es por ello que, antes de comprar una vivienda o firmar una hipoteca, resulta totalmente aconsejable disponer de asesoramiento experto. En Segur Bonus te podemos ayudar a que tu hipoteca sea más segura y no te reporte sorpresas desagradables.
El plazo de la hipoteca
El plazo de la hipoteca hace referencia a la duración de la misma, es decir, los años, meses y días concretos en los que tendrás que ir reembolsando el préstamo cumpliendo todas las cláusulas y acuerdos establecidos en el contrato.
¿De qué duración estamos hablando? Normalmente las hipotecas oscilan entre los 15 y los 30 años, aunque existen excepciones tanto para plazos más reducidos como algunos más prolongados, dependiendo de la entidad bancaria y de su catálogo de ofertas hipotecarias.
Subrogación de la hipoteca: es posible cambiar de banco
Sí, es posible cambiar de banco manteniendo la hipoteca. Es, ni más ni menos, que un derecho del consumidor. Lo que sí es obvio es que la subrogación tiene un coste añadido en forma de costes procesuales: registro, notaría, tasación, etc. Si quieres cambiar de banco vas a tener que pagar una indemnización y los susodichos costes procesuales.
Novación de la hipoteca: lo pactado se puede cambiar
La novación de la hipoteca puede producirse cuando negociamos con el banco unas nuevas cláusulas o unos cambios en la escritura original de la hipoteca. Se puede producir en casos de cambios en las tasas de interés, cuando el cliente necesita liquidez o cuando hay cambios en la propiedad o en las condiciones personales y/o laborales de la persona hipotecada. Si, de repente, nos quedamos desempleados, podemos negociar una novación de la hipoteca con el banco.
Objeto de la hipoteca: se puede hipotecar mucho más que la vivienda
Por supuesto que sí; pedir un préstamo hipotecario no se reduce a tener que comprar una casa, puede estar aparejada a la compra de cualquier tipo de inmueble (locales, solares, parcelas, etc), vehículo u objetos de valor, incluso de material de empresa o activos financieros. Las hipotecas no dejan de ser un préstamo a largo plazo, un impulso económico para alcanzar un objetivo en nuestra vida. La pregunta es, ¿qué tipo de hipoteca necesito para cubrir mis objetivos?
Avalar un préstamo: qué hay que saber antes de comprometerse
Avalar un préstamo hipotecario es una decisión muy seria que debe meditarse bien, sin prisas y concienzudamente. Se trata de un compromiso por escrito para asumir la hipoteca en caso de que el prestatario original no pueda hacerse cargo de ella. Es una gran responsabilidad que puede afectar a las finanzas del avalista. Por ello, los avalistas suelen ser personas de extrema confianza del prestatario y que disponen de cierta solvencia económica.
En Segurbonus te ofrecemos un seguro de vida desvinculado de la hipoteca con el que puedes evitar las cláusulas hipotecarias abusivas que en ocasiones se están produciendo en el mercado hipotecario. Sólo tienes que contactar con nosotros y te explicaremos todo sobre esta posibilidad.
Somos mediadores de seguros por lo que no estamos comprometidos con ninguna aseguradora, sino que buscamos la mejor opción para cada usuario.